El principal objetivo de las energías limpias, es conseguir que dicha producción se realice sin emitir gases contaminantes y sin la utilización de combustibles fósiles para evitar el impacto medioambiental en el cambio climático. Para este fin la utilización de fuentes de energía inagotables como puede ser la energía solar, la eólica  o la mareomotriz,  son fuentes de energía en continuo desarrollo, pero los científicos, han querido dar un giro en la producción energética y poniendo en el punto de mira las aguas residuales que generan las grandes ciudades y sabiendo el gravísimo problema que suponen estos residuos contaminantes para el medio ambiente y para el bolsillo de los ciudadanos ya que los tratamientos de gestión y descontaminación de estas aguas son muy costosos y realizan un consumo energético muy elevado en su proceso, por este motivo las investigaciones giran entorno ha la producción de energía a partir de aguas residuales para transformar estos residuos en biogás,  en producir energía por medio de las bacterias que se encuentran en estas aguas o utilizar el agua residual en sustitución del agua potable que se utiliza en la climatización de edificios.

Otro proceso en practica es la obtención de energía a partir de las bacterias que podemos encontrar en las aguas residuales induciendo a estas ha liberar electrones. En Ohio (Estados Unidos) obtienen metano mezclando la basura orgánica con las aguas residuales. También existe en Alemania un sistema en la red de aguas residuales urbanas que gracias a la energía térmica permite el secado de los lodos de depuración y la obtención de un combustible con un poder calorífico muy parecido al lignito.

Todos estos avances en proceso de investigación pueden suponer un punto y aparte en el equilibrio medio ambiental ya que estaríamos produciendo energía y eliminando un contenido altamente contaminante como son las aguas residuales de los núcleos urbanos e industriales.

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