Cómo prevenir las ‘infecciones de piscina’ como los hongos, moluscos y papilomas

El verano ya está aquí y con él, las ansiadas jornadas de piscina. Sin embargo, la época estival también trae consigo algunos riesgos para la salud, como las conocidas ‘infecciones de piscina’. Hongos, moluscos y papilomas son algunos de los enemigos que acechan en el agua si no tomamos las debidas precauciones.

Si las estas instalaciones no reciben los tratamientos necesarios para el agua, pueden convertirse en un foco de infecciones por bacterias, virus y hongos. Incluso algunos productos desinfectantes constituyen un riesgo potencial para los niños. Por ejemplo, si el agua lleva demasiado cloro. No obstante, cuando la cantidad está dentro de los parámetros marcados por la normativa vigente, no tiene por qué haber problemas. Y suele ser lo habitual.

¿Qué medidas podemos tomar para evitar estas infecciones?

1. Agua limpia y segura:

  • Dúchate antes de entrar en la piscina. Eliminarás la suciedad y el sudor de tu cuerpo, reduciendo la cantidad de gérmenes que pueden contaminar el agua.
  • No compartas toallas ni gafas de bucear. De esta forma, evitarás el contagio de hongos, bacterias y virus.
  • Lava bien tu bañador y toalla después de cada uso. Esto ayudará a eliminar cualquier patógeno que pueda haberse adherido a ellos.

2. Precauciones específicas para los niños:

  • Utiliza chanclas o calzado adecuado en zonas húmedas como vestuarios y duchas. Protegerás los pies de hongos y otras infecciones.
  • Evita que los niños anden descalzos en la piscina. El calzado protegerá sus pies de cortes y posibles contagios.
  • No compartas el calzado con otros niños. El virus del papiloma humano (VPH), causante de las verrugas plantares, puede contagiarse por contacto directo con la piel infectada.

3. En caso de infección:

  • Actúa con rapidez. Acude al médico o dermatólogo para que diagnostique la infección y te indique el tratamiento adecuado.
  • No te automediques. El tratamiento dependerá del tipo de infección y la severidad de la misma.
  • Evita rascarte las lesiones. Esto podría empeorar la infección y provocar la transmisión a otras personas.

Recuerda:

  • Mantén una buena higiene personal. Lavarse las manos con frecuencia es fundamental para evitar la transmisión de gérmenes.
  • Sigue las normas de la piscina. No orines en el agua, no te tragues el agua y evita nadar si tienes alguna herida o infección.
  • Disfruta del verano con responsabilidad. Siguiendo estos consejos podrás prevenir las ‘infecciones de piscina’ y disfrutar de un verano sano y seguro.

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